Diagnosis electrónica

La diagnosis electrónica en un taller mecánico es una necesidad hoy día para controlar el correcto funcionamiento de los sistemas electrónicos en el automóvil, ordenadores de abordo, centralitas, sensores, captadores, motor y todos los elementos de confort y seguridad.

El sistema de autodiagnóstico o diagnosis electrónica informa al conductor mediante un testigo que hay una avería y que debe repararla. Esta avería puede ser de mayor o menor calibre, pero en cualquier caso siempre es importante acudir a un taller mecánico especializado para una lectura del problema, valoración y posterior ajuste o reparación.

Cada fabricante desarrolló su propio sistema para comunicarse con el ordenador de sus vehículos, es por esto que durante una primera etapa se hacía casi obligatorio acudir al servicio oficial correspondiente donde disponían de las herramientas electrónicas de diagnosis y material especializado.

La diagnosis electrónica consiste, en dar un diagnóstico al problema que acontece en el vehículo. Sin embargo estas herramientas no sólo son de lectura, sino que permiten interactuar con la centralita y los sistemas electrónicos del vehículo, reconfigurándolos, ajustándolos y dándoles las indicaciones y parámetros necesarios para su correcto funcionamiento. Es por eso fundamental que la calidad de estas herramientas sea la mejor posible, para que el resultado ofrezca todas las garantías necesarias.

¿Cuándo es conveniente realizarla?

No, no siempre que se encienda una luz en el cuadro de instrumentos. A veces, no está mal hacerlo junto a un mantenimiento ordinario de cambio de líquidos y filtros. Con esto se puede prevenir costosas averías y, al final, ahorrar un buen dinero.

No llevará más de unos minutos, lo normal es que no salgan fallos y el coste, en el conjunto del mantenimiento, no será la partida más abultada.

Tras localizar e identificar la avería y realizar la reparación, sustitución o simplemente limpieza de la pieza en cuestión, hay que volver a conectar el vehículo y comprobar que todo se haya solucionado. Tampoco hay que olvidar que una diagnosis bien hecha permite realizar reparaciones, en muchos casos, sin necesidad de reemplazar componentes, por lo que el ahorro puede ser muy importante.